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El blog de decoración e iluminación de Luz Vintage
Imagina esto: compras unos apliques de pared que te parecieron “divinos” en la tienda. Los instalas, enciendes la luz y… ¡horror! O parecen faros de coche directo a tu cara o no alumbran ni para encontrar el control remoto. ¿Te ha pasado? Pues sigue leyendo, porque hoy te voy a contar lo que SÍ y lo que NO debes hacer con los apliques de pared para que no termines odiando tu elección.
No pongas un aplique solo porque “queda bonito”. Antes, pregúntate: ¿necesitas luz ambiental, decorativa o funcional? No es lo mismo iluminar un pasillo que querer una luz cálida para leer en la cama.
Si pones una luz fría en un rincón acogedor, adiós encanto. Opta por cálida (2700K-3000K) para ambientes relajantes y neutra (4000K) para zonas de trabajo. Luz blanca de hospital… ¡prohibida si no quieres sentirte en una sala de espera!
Un aplique mal colocado puede deslumbrarte o hacer sombras raras. Lo ideal: entre 1.50 y 1.80 metros del suelo en pasillos y salas. Para dormitorios, unos 50 cm sobre la mesita de noche.
Madera, metal, cristal, fibras naturales… hay opciones para todos los estilos. Pero ojo, si tu pared es rústica y metes un aplique ultramoderno, igual parece que alguien dejó un OVNI aterrizado ahí.
Si no revisas cuánta luz dan, podrías acabar con una pieza preciosa pero inútil. Un aplique demasiado opaco o que dirige toda la luz al techo puede quedar muy “artístico”, pero inútil para ver lo que tienes delante.
Los apliques no son reflectores de estadio. Si usas bombillas demasiado potentes o mal direccionadas, podrías terminar cegado cada vez que entras en la habitación.
Nada de cables a la vista como si estuvieras en un laboratorio de Frankenstein. Planifica bien si necesitas una toma oculta o si vas a optar por modelos con enchufe.
Si tienes un espacio reducido, un aplique grande puede parecer un armatoste. Y si es muy pequeño en una pared grande, se perderá en la inmensidad como si fuera una estrella fugaz.
No es cuestión de suerte, sino de estrategia. Si aplicas estos consejos, lograrás que tus apliques no solo se vean bien, sino que iluminen con propósito. Ahora dime, ¿vas a seguir comprando apliques solo porque “te gustan” o vas a elegir como un experto?
Te dejamos aquí nuestra variedad de apliques de pared para que elijas el ideal para ti.